¿Qué es un taller de escritura?

Los talleres de escritura no son simples escuelas para formar escritores, sino laboratorios de creación literaria. Espacios de intercambio donde se resuelven dudas, se liman inseguridades y uno aprende a domar el ego. No son un puñado de mails y vídeos en alta resolución. Los talleres son rincones donde el eco de nuestra escritura retumba en los demás, donde, por fin, te encuentras con otros, igual de chalados que tú, con los que compartir tu pasión o afición, pero también sus angustias y vuestras obsesiones, las de todos y cada uno.

En un Taller de Escritura te sentarás con personas mayores o menores que tú, más o menos sabias, más o menos capaces, mejores o peores, igual que sucede en el resto de tu vida. Y esos compañeros y compañeras de taller, a los que terminarás conociendo muy bien,  no te harán la ola, no serán complacientes y aduladores, sino que serán colegas críticos y, en ocasiones, despiadados a la hora de emitir juicios sobre textos ajenos.

La persona que coordina un taller no es un profesor de lengua y literatura, es otro escritor, con algunos años más de ventaja, con experiencias buenas, malas y también terribles; alguien que te reta, que te anima y que desea compartir contigo lo que ya ha vivido y aprendido. Alguien que no cambiará tu voz o tu estilo, pero que te pondrá un bonito espejo para que te mires en él y luego decidas. Alguien, por lo general, generoso, que quizá te acompañe durante muchos años más… pero eso, tú, todavía, no lo sabes.

Hablamos de un lugar donde comenzarás, desde el primer día, a entender cómo es tu forma de escribir, a sacarle brillo, a potenciar tus capacidades y disimular todo lo posible tus debilidades. Un lugar donde aprenderás a caminar con confianza, sin sentirte solo y perdido. Donde poder  experimentar sin frustrarte y progresar, poco a poco, por el buen camino, ese camino que no siempre es el fácil o el más rápido. Lo que nunca hará un taller  de escritura por ti es convertirte en un escritor, eso, solo podrás hacerlo tú con la ayuda de tus lectores, claro, no lo olvides.

En un taller escribes y lees, analizas y criticas, profundizas, cuestionas y comparas. Te detienes en textos de autores buenos, de los mejores y eso será lo que te abra por fin los ojos: las buenas lecturas.

Un taller no es un discurso del método, un puñado de consejos vacíos, un cuaderno de apuntes, ni repasar la vida de medio centenar de autores; sino un campo sembrado de experiencias donde ves crecer los textos, los riegas, los podas, los abonas, los pules y al final los haces tuyos.

Cuando termines un Taller de Escritura, o varios, habrás leído y escrito más que antes, reconocerás un buen texto ajeno y propio, distinguirás entre un texto literario y uno literal, entre un texto con profundidad y otro plano. Pondrás nombre a las técnicas y empezarás a entender lo que es construir tu propia obra con disciplina y constancia. Además, tolerarás algo mejor las críticas y, lo más importante de todo, torturarás menos a aquellos que te leen habitualmente: hijos, padres, parejas, hermanos o abuelos. Todos ellos, estupendos y bien intencionados, te agradecerán que un día tomaras la sabia decisión de comenzar un Taller de Escritura, no lo dudes.

Eva Losada Casanova. Escritora y guionista. Profesora, directora y coordinadora de los talleres de La plaza de Poe. Talleres de narrativa, guión, traducción, cómic, edición editorial, edición de textos, poesía y composición de canciones. Charlas, libros y Club de Lectura.

 

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