Lecturas desde la hamaca. Verano 2021

 

Regreso sin ánimo de ser la voz de otra lista de libros para el verano. Nadie me paga para recomendar estos libros, soy libre como un vencejo adulto. Si la hamaca está preparada para soportar, un verano más, tanta felicidad, allá vamos. Si lo que desean es ser conscientes de esa felicidad, de su libertad de movimiento y los libros en los que el lenguaje manda, no lo duden, la escritora Herta Mūller les mostrá lo que es la música que emana de las palabras más duras, lo hace en una novela cuyo narrador testigo nos sobrecogerá: Todo lo que tengo lo llevo conmigo. Comprenderán que con una hamaca, tienen bastante.

Si prefieren atravesar la historia subidos a un caballo, explorar a los clásicos a través de una voz narrativa única, les puedo ofrecer Memorias de Adriano de la gran escritora belga Marguerite de Yourcenar o bien, La muerte de Virgilio de Hermann Broch. Ambas novelas, con muchos puntos en común, son obras maestras para lectores con tiempo y sosiego clásico.

Si la familia les causa incomodo, si se ponen pesados, no duden en caminar tras la caja de madera que William Faulkner diseña para nosotros en Mientras agonizo. Ojo, sirvanse bebida fría y paciencia. Faulkner trae recompensa, pero no en el primer balenceo. Y si se van a la montaña, no a cazar, por supuesto, si son amantes de la naturaleza, de la novela de intriga, pero de la buena novela de intriga, les empujo al frío polaco de la premio Nobel de Literatura, Olga Tockarczuk. A su novela Los huesos de los muertos.

Cuando la hamaca está hecha en el pueblo, tejida con las manos rugosas y callosas de una buena mujer, quizá solo haya dos novelas que yo recomendaría para este verano: El camino de Miguel DelibesMarianela de Benito Pérez Galdos. No las olvidará. Y si lo que usted quiere es que su hamaca se transforme en una alfombra mágica que sobrevuele los universos más oscuros, pero la literatura más colorida y divertida, le traigo a El maestro y Margarita de Bulgakov. No suelte la hamaca, esta novela intentará arrancarle de ella. En el caso de que sus vacaciones terminen con cuatro balanceos, y dos mojitos, quizá los relatos de Munro de su Mi vida querida, se dejen interrumpir de vez en cuando. Ahora bien, si lo que quiere es hacer un triple salto mortal y pasar una semana frente a un faro, sintiendo la luz, el viento, los susurros y las atmosferas más curiosas, sea valiente y métase de lleno en Al faro de Virgina Woolf, comprenderá, una vez por todas, la diferencia entre literatura y esa otra cosa que que se llama igual.

Si viaja con el amor de su vida a ritmo de jazz, sumérgase en La espuma de los días y viva el amor con el original  Boris Vian a través de los nenúfares y el surrealismo francés. ¿Es una historia de amor? Sí y no. Tengo libros para todos los gustos, incluso para aquellos lectores que esten deseando detenerse en la espiral del tiempo narrativo, de las múltiples miradas, de las figuras, las metáforas…Tengo una gran novela, dificil, eso sí, pero única en su especie, un bello laberinto: La vida breve de Onetti.  

Si en los últimos años ha fantaseado con la idea de irse a vivir y teletrabajar en el campo, de recluirse en una hermosa cabaña de madera, rodeado de tórtolas, mosquitos y sapos, quizá los experimentos del gran filósofo Thoreau le habran los ojos con Walden y La vida en los bosques.

Cuando nos toca quedarnos en la ciudad y vamos de aquí para allá lamentándonos, en un infinito fluir de conciencia, es posible que la voz de Bernhard y sus diarios, le hagan compañía. Este autor se le pega a una en la piel como una película viscosa y ya nada vuelve a ser lo mismo, tengan todos mucho cuidado. Eso mismo ocurre  con Knut Hamsun y su Hambre. Dos novelas que no recomiendo leer con menos de un año de diferencia, háganme caso. A veces la prosa acecha como un animal hambnriento. No siempre estamos listos. Tambiién es posible que volver a Lev Tolstói sea una gran idea durante un largo mes de agosto. Recorrer los campos de trigo, esconderse tras los arbustos para espiar a las mujeres del campo y dejar que el galopar de los caballos nos envuelva en un mundo que desapareció y que jamás volverá, el de la gran novela rusa, el de Anna Karéina.  Estoy segura de que cualquier buena hamaca soporta el peso de este novelón con ell rugir de las olas de fondo. ¿Olas? Si realmente tiene alma de navegante, si le gusta la buena narrativa, esa que lleva sal y pimienta, que pide a gritos compartirla, no deje atrás la novela corta con este gran título: El corazón de las tinieblas de Conrad. 

Feliz verano, feliz balanceo, y ya me contarán, de hamaca a hamaca, si les he servido de algo.

 


Eva Losada Casanova es escritora, profesora de los talleres de relato, narrativa y novela de La plaza de Poe. Coordina varios CLUBS DE LECTURA.

Autora de las novelas El sol de las contradicciones (Alianza editorial, XVIII Premio Quiñones de novela, 2016), En el lado sombrío del jardín, (4º finalista Premio Planeta de novela, editorial Funambulista.) y Moriré antes que las flores, (Editorial Funambulista, 2021).

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