Autora: Eva Losada Casanova

Jon Fosse. La música de Trilogía.

Dice Jon Fosse en una de las poquísimas entrevistas que ha concedido: «Más que como escritor, funciono como compositor. Un día de mi juventud, dejé de tocar música y comencé a escribir, pero seguí experimentando lo mismo». Me pregunto si la literatura no es otra cosa que componer, construir una melodía, un ritmo quizá, estribillos, un riff de guitarra, dos violines que se entrelazan como dos enamorados, un djembé en tensión, la tristeza de un bajo o el lamento de un saxofón…Son sonidos que van construyendo un camino por el que los personajes deambulan, se miran, sienten o se destruyen. Cuando comienzas a leer Trilogía llega un sano desconcierto, un sabor extraño, bíblico, de antaño, pero inmediatamente después el tiempo narrativo se cuela como una serpiente que se lleva todo con ella. Es entonces cuando aparece esa melodía que te engancha y no te suelta. Se instala el irremediable destino, el de los personajes. «Así tendrá que ser» repite Alida; porque no pueden escapar de lo que son. Sus actos obedecen a la necesidad de subsistir y entonces la frontera entre el bien y el mal desparece, como desaparece la responsabilidad moral.

La lectura del primer acto de Trilogía me llevó enseguida a La perla de Steinbeck, al pescador de perlas y su estribillo. También me encontré con un cuento infantil para adultos, un cuento sin final feliz. Jon Fosse bebe de fuentes dispares, mezcla los ingredientes con mucha maestría, pero el guiso es sólo suyo. En sus textos hay ecos de la noruega  Singrid Undset, de sus paisajes y personajes antiguos. Encontramos también una voz elíptica como la de Thomas Bernhard y Knut Hamsun; encontramos los espejos de Jelinek y en ocasiones, incluso, hay un eco que nos remite a los diálogos de algunos pasajes de Los santos inocentes de Miguel Delibes. Es posible que cada lector tenga una experiencia lectora distinta, pero todos sabemos que la historia que nos cuenta Fosse acabará mal, que no hay esperanza y quizá tenga razón, no la hay, pero leemos y avanzamos. Y, cuando menos nos lo esperamos, el autor salta en el tiempo fijando los espacios y de repente las miradas de los personajes juegan y nos muestran una historia que el lector va construyendo y culmina con Ales y Alida y un violín de fondo que suena como un poema, el de Jon u Olav. En este texto los formalismos no son necesarios, la música es suficiente, todo se sostiene sin signos de interrogación, sin exclamaciones, puntos, guiones de diálogo, incisos, mayúsculas, sangrías y sin adjetivos. Nada. La desnudez es total y, sin embargo, en ningún momento tenemos la sensación de que nos falte algo. ¡Qué destreza! Las escenas van encadenadas y se suceden pausadas entre un puñado de enclaves muy visuales. No salimos de los callejones, de la taberna, del sendero que sube al hogar familiar, de la casa de la partera o del puerto. No son necesarios más paisajes, porque el verdadero viaje es el del tiempo subjetivo. Se frecuentan los mismos hitos, se vuelve a ellos para arrojar luz sobre todo aquello que sucedió, pero que nadie cuenta. Y asoma entonces la voz de Faulkner y sus traslocos, su fragmentación, todo va y viene, como la pulsera de Alida, «la pulsera más bonita del mundo». Trilogía es una historia de amor, de pérdida, que termina y vuelve a empezar. Los tres actos se cosen como partes separadas, escritas en diferentes momentos de la vida del autor. Quizá los personajes pedían a gritos seguir viviendo como sucedía en Niebla de don Miguel de Unamuno.  

La edición de la editorial Deconatus es elegante, como la novela. Puede adquirirse en librerías literarias, plataformas literarias y en cualquier rincón que vendan buenos libros.

Eva Losada Casanova. Escritora. Profesora en los talleres de novela y  narrativa de La plaza de Poe. Imparte cursos de escritura en el sector público, en la Red de Bibliotecas de la Comunidad de Madrid, ciudad donde  coordina las CATAS LITERARIAS y varios Clubs de Lectura, entre ellos el Club virtual en Bibliotecas públicas de la Comunidad de Madrid de : Brújula literaria.

Es autora de las novelas: En el lado sombrío del jardín (Funambulista, 2014) 4ª finalista Premio Planeta y finalista Premio círculo de lectores 2010; El sol de las contradicciones (Alianza, 2017) XVIII Premio Unicaja de novela Fernando Quiñones;  Moriré antes que las flores (Funambulista, 2021), El último cuento triste (Huso, 2022). Escribe en varios medios culturales, colabora y es columnista en el Periódico de Hortaleza desde 2016.